Ahora resulta…que todos tuvieron la idea de Guillermo del Toro: a raíz de The Shape of Water, el director mexicano ha sido acusado en un par de ocasiones, a unos cuantos días de la entrega del Oscar.

La premisa de su multipremiada película, (alerta de ¿spoiler?) una mujer que se enamora de una criatura que está siendo estudiada en un laboratorio, ya ha sido reclamada en dos ocasiones (hasta ahora): a principios de año por un estudiante que hizo un corto, sí, muy parecido, y ahora los herederos de un cineasta que realizó una película para la TV hace décadas, y cuya trama es similar: una empleada de limpieza se encariña con un delfín que está recluido en un laboratorio, y termina por llevarse al delfín. Dicho delfín, hecho de plástico, en una película hecha mayormente en un cuarto, reclama la originalidad del guión, guión que Del Toro dice llevar casi una década desde los primeros esbozos hasta ahora, que pinta para llevarse el Oscar al mejor director y película.

Siendo honestos…bueno, podrían decir que es la misma historia de La Bella y la Bestia o El Jorobado de Notre Dame pero en un laboratorio. Sin ir más lejos, cuando mi suegrita cincuentañera la vió, me contó que cuando era joven las películas eran igual: el monstruo del pantano y la chica se enamoraban y eran perseguidos… Pues sí, la historia no es muy original, de hecho es bastante difícil que haya una idea completamente original estos días, e incluso aún sin contar con alguna inspiración podrías estar escribiendo una historia ya contada, porque, como dicen, las ideas están flotando en el aire; ya ha sucedido en, por ejemplo, el ámbito científico, donde las investigaciones de dos personas coinciden en un mismo resultado prácticamente al mismo tiempo.
Podríamos decir que Guillermo del Toro va a continuar su camino a las estatuillas de la Academia sin resentir las acusaciones ni tener que acudir al juzgado, y la familia que busca sacarle unos dólares podría llevarse unos cuantos memes de la película que «inspiró» Shape of Water.
Por lo pronto, si no la has visto, te has perdido de un romance bellamente narrado, con un toque de la nostalgia del cine de oro, que probablemente le dé una cachetada más al presidente Trump, cuando del Toro suba al Olimpo de los directores mexicanos que últimamente han acaparado tanto las nominaciones como los Oscares más codiciados en la industria cinematográfica.