En cuanto a cintas que logran causar un impacto en la audiencia, las mejores que realizan esto suelen ser las cintas de drama que tratan de evocar esas emociones de dolor y perdida que muchos de nosotros no quisiéramos enfrentarnos algún día. En La Penumbra es una de esas cintas, una que logra sobresalir gracias a la estupenda actuación de Diane Kruger.

En la Penumbra es una cinta dramática del director Fatih Akin que gira alrededor de la vida de una madre que va perdiendo el control después de la tragica muerte de su esposo e hijo unico. Tomandose su tiempo en establecer a los personajes en la historia, asi como la vision que hay del mundo judicial del pais, la xenofobia y sobretodo el impacto emocional que hay en un momento de dolor asi, esta cinta se enfoca en el paso del tiempo y evolucion dentro del proceso de duelo de la protagonista.

Diane Kruger interpreta a Katja, quien es la protagonista de la historia y déjenme decirles que es una actuación verdaderamente increíble y sin lugar a dudas el punto alto que mantiene en alto toda la cinta. Las emociones, dolor y pánico por el que ella sufre al estar en esta horrible situación logran impactarte y dejando una marca verdaderamente horrible.

Un punto débil es que la cinta llega a ser un tanto lenta en varios momentos. En comparación con otras cintas que hablan sobre perdida y sufrimiento esta se toma demasiado su tiempo. En si ayuda a demostrar lo lento que se siente el paso del tiempo durante un momento de crisis, pero no ayuda mucho al ritmo de la cinta.

Y el otro problema que tengo finalmente es que en algunos momentos la cinta logra parecerse a otra trama genérica de venganza, pero la historia termina recuperándose durante su ultimo arco antes de terminar la película. Y nuevamente, es la actuación de Diane Kruger lo que hace que estas fallas se sientan mucho menores.

En resumen, esta es una cinta que cumple lo que buscaba en hacer: en contar una historia de tragedia y dolor y mostrar de una forma explicita y empatica el camino por el cual uno atraviesa durante un momento de duelo y perdida verdaderamente inimaginable.