Operación Red Sparrow nos introduce al giro de 180° que vivirá Dominika Egorova (Jennifer Lawrence) quién es una bailarina de Bolshoi que tras sufrir una lesión en la rodilla, deja de lado su vida como la conoce y se une la asociación secreta de la cual es dirigente su tío, Ivan Egorov (interpretado por Matthias Schoenaerts quién en su aspecto físico es un Vladimir Putin joven).
La película que se nos es presentada como un thriller de espionaje, dónde las consecuencias de la guerra fría son vistas desde la perspectiva rusa y el como para ellos y ciertamente algunos americanos, creen que nunca ha terminado dicho acto bélico.
Desde ahí todo suena un poco innovador, ya que nos aleja del lado estadounidense de como ellos ven los actos históricos y no acerca a una cultura que hoy en día está en la mira de todo mundo.
La película cuenta con un vestuario apto para la época, los planos tomados de igual forma cumplen con llevar la narrativa con algunos baches y el score en ciertos puntos se pierde, dejando algunas escenas sin ningún sonido.
Pero además de tener ciertos errores en la continuidad y nula química entre los actores, la película cuenta con uno de los clichés más repetitivos en estos últimos años, el cual es que casualmente quien entra en la organización (Lawrence), resulta ser una especia de “elegida” que sin ninguna practica o conocimiento es la mejor en lo que hace.
Ese siendo el mayor problema en su continuidad, ya que pasados 15 minutos de iniciada la película sabes cómo terminará, así que cualquier altercado que sufre nuestra protagonista no tiene mucho impacto en el espectador ya que el final es predecible.
En su contra parte Nate Nash (Joel Edgerton) es el típico americano que esta de infiltrado por parte de la CIA y tiene un informante dentro de la asociación rusa que es aquí donde su historia con Dominika se cruza ya que ella busca dar con el informante y forma parte de un pequeño “plot-twist” que también ya se veía venir el cual es hacer de Egorova una doble agente por la habilidades y nexos con los que cuenta.
Así la película continua con demás cliches, desnudos y otros clichés hasta que llegamos a la parte cumbre, en dónde (y gracias a una muy buena interpretación de Jeremy Irons) el General Vladimir Andreievich Korchnoi, superior de Ivan Egorov y mandatario de la asociación rusa, se encara con Dominika y le da la pista cumbre para dar con el informante que finiquitara su misión.
Lo que redime a la película y su forma en la que fue contada es el plot twist final que llega en un punto en dónde muchos esperaban que terminara la película y evita dejar un mal sabor de boca al espectador que espero 2 horas con 20 minutos de nada.
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